El olor a fruta es un olor dulce, fresco y reconfortante, que te hace olvidar los problemas y te lleva a un mundo sencillo, limpio, de placeres sin culpa. Por eso los dulces infantiles suelen oler a frutas, y muchos jabones y champús también tienen aromas frutales.
A algunas personas les encantan los olores frutales. El olor a fruta les sugiere un carácter fresco y natural, limpio y sencillo. Pero a otros, el aroma de la fruta les parece dulzón, trivial, empalagoso y hasta vulgar. En los últimos años, muchos perfumes de moda incluyen notas frutales en su composición.
Un olor fresco y natural
Las frutas más habituales en perfumería son los cítricos. Limón, naranja, mandarina, pomelo, y también algunos frutos más exóticos como la lima y el yuzu. Los aceites esenciales que se obtienen exprimiendo las pieles de esas frutas transmiten su alegría y su elegancia sencilla a cualquier perfume. Puedes experimentar su olor estrujando una naranja o un limón; comprueba el aroma que deja en tus manos. Por eso estas esencias se usan desde hace mucho tiempo en perfumería.
Si excluimos los cítricos, el olor a fruta se ha hecho popular en los últimos años gracias a la aparición de compuestos de síntesis que permiten reproducir unos aromas imposibles de capturar a partir de las frutas originales. La pera, la manzana, la fresa y el higo, por ejemplo, tienen aromas deliciosos pero efímeros, que no pueden conservarse de forma natural y sólo pueden reproducirse gracias a la magia de las moléculas sintéticas.
Perfumes frutales.
El olor a fruta está presente en la mayoría de los nuevos perfumes que salen a la venta. En algunos es el olor predominante, pero en otros es sólo un matiz casi imperceptible, que aporta un rastro de dulzura y calidez sin que llegues a olerlo conscientemente. Quienes dicen que no les gusta el olor a fruta muchas veces eligen como favoritos perfumes que contienen notas frutales.
Los perfumes frutales pueden ser simples, fragancias agradables y apropiadas para adolescentes, o mucho más complejos, con notas olfativas de desarrollo sutil, que matizan y enriquecen las notas florales o las acercan a un licor añejo. Pero otros tienen matices tropicales, con facetas florales que recuerdan al coco y a frutas lejanas, y que remiten al placer de unas vacaciones en un país lejano.
En Pressentia diseñamos perfumes a medida. Entre las preguntas que hacemos a nuestros clientes para crear su fragancia están las frutas que más le gustan. Dependiendo de su respuesta, y también del resto de sus preferencias, ajustaremos la fórmula de su fragancia para incluir, o no, la dulzura de un acorde frutal. Así, Cuando nos encargues tu perfume frutal te ofreceremos un aroma que no encontrarás en ninguna otra fragancia. Con los matices y los olores que más te gusten y la intensidad que prefieras.
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¿Quieres saber más sobre el olor a fruta?
Los cítricos, también llamados hespérides, resultan universalmente agradables gracias a su carácter fresco, alegre, chispeante y optimista. Desde hace siglos han sido un componente clásico de los perfumes, especialmente de las aguas de colonia tradicionales.
Precisamente por eso, los cítricos se incluyen en perfumería dentro de una familia propia y su inclusión en una fragancia no se considera propiamente frutal. En general, los perfumes cítricos tienen un carácter fresco, ligero y muchas veces unisex.
Los perfumes frutales que se han hecho populares durantes los últimos años se basan en un acorde floral básico, con una base de madera o almizcle (musk) para aumentar su duración, y cantidades generosas de aromas frutales (distintos de los cítricos) que les aportan su carácter suculento. Los primeros acordes frutales, en la década de los 90, reproducían la fruta de la pasión, el mango, el higo maduro, la manzana y la grosella. Los avances de la química analítica y la aparición de moléculas aromáticas como la fructona, el manzanato y las damasconas has permitido que hoy en día sea posible reproducir con bastante fidelidad el olor de casi cualquier fruta.
El olor a fruta está hoy en día presente en todo tipo de productos de consumo, desde los geles de ducha hasta algunos productos de limpieza. Por este motivo, algunos amantes de la perfumería tienden a rechazar los perfumes frutales y los consideran triviales o vulgares. Sin embargo, la enorme riqueza de la paleta del perfumista permite crear aromas frutales sofisticados, a la altura de los mejores perfumes clásicos.
¿Por qué es atractivo el olor a fruta?
En su lucha por la evolución muchas especies de árboles y arbustos han desarrollado frutos de colores vivos y aromas y sabores deliciosos precisamente para hacerlos atractivos a los animales, incluyendo los humanos. La estrategia les permite dispersar sus semillas de forma eficaz. Por eso, si consideramos que las peras, los albaricoques y los melocotones tienen grandes semillas que necesitan dispersarse por el terreno para reproducirse, es fácil de entender que formen parte de la misma familia botánica que las rosas (rosaceae).